Artigo
em espanhol de 2003 que fala sobre o HAARP , agradecimento ao Daniel
que traduziu para o português e segue a tradução logo abaixo do
final do espanhol.
PROGRAMA
HAARP
El Parlamento
Europeo, la Duma rusa y científicos, médicos y defensores del medio
ambiente de todo el mundo están unidos en la misma preocupación: el
Programa HAARP. Este proyecto estadounidense oficialmente investiga
la ionosfera, pero sus responsables directos son la US Navy y las US
Air Force, lo cual hace suponer que los objetivos son militares. Sus
posibles utilizaciones van desde alterar el clima a interrumpir todas
las comunicaciones.
El
clima como arma de guerraLas
investigaciones relacionadas con este proyecto existen desde los años
60, pero es ahora cuando se han retomado, reunido y dotado de fondos.
Desde España el científico y Portavoz de Ecologistas en Acción
para temas nucleares, Paco Castro, afirma que "el Programa
HAARP, junto con otros programas de armamento, constituyen un
proyecto coordinado que aparece con la Administración Bush. Están
encaminados a mejorar y modernizar la industria de armamento
estadounidense e introducen elementos desconocidos hasta el momento,
como el disparo de radiación electromagnética". Desde EEUU, la
Dra. Rosalie Bertell va más allá al declarar que "la capacidad
de la combinación HAARP/Spacelab/cohete espacial de producir
cantidades muy grandes de energía -comparable a una bomba atómica-,
en cualquier parte de la tierra por medio de haces de láser y
partículas, es aterradora. El proyecto será probablemente 'vendido'
al público como un escudo espacial contra la entrada de armas al
territorio nacional o, para los más ingenuos, como un sistema para
reparar la capa de ozono". Lo que se refleja claramente en los
artículos publicados sobre el tema es que todos los proyectos del
Ministerio de Defensa estadounidense están agrupándose en uno.¿El
clima a sus pies?En
Alaska, rodeada de bosques y altivas montañas nevadas, se ubica la
base de trabajo del Programa de Investigación Aurora Activa de Alta
Frecuencia, o Programa HAARP según sus siglas en inglés. Un
conjunto de antenas emisoras de ondas y un transmisor de potencia se
encargan de enviar ondas de alta y baja frecuencia a la ionosfera.
Esta capa de la atmósfera actúa como un espejo, devolviéndolas a
la superficie terrestre convertidas en las ondas más bajas del
espectro electromagnético. Con este sistema se pueden emitir
comunicaciones más allá del horizonte sin necesidad de recurrir a
los satélites, mejorar las comunicaciones con los submarinos -ya que
las ondas de baja frecuencia se transmiten fácilmente en el agua-,
hacer prospecciones petrolíferas o de yacimientos minerales, o
detectar aviones o misiles que vuelen bajo. Todo es cierto y
corresponde a la versión oficial estadounidense, que afirma que no
hay nada más detrás, pero las mentes científicas y políticas
apuntan otros posibles usos tras este programa. Sin ir más lejos,
todas estas capacidades utilizadas como arma defensiva podrían
aniquilar todas las comunicaciones, enemigas y propias. Ofensivamente
inclinarían la balanza a la hora de invadir un país, tras conocer
que tiene pozos petrolíferos o minerales aún sin explotar. Pero,
sin duda, la conclusión más alarmante de los científicos es que
este sistema puede alterar el clima, y si ello consigue hacerse
controladamente, utilizarlo como un arma. De esta manera, pueden
producirse tormentas, sequías o huracanes para arruinar un país.
Paco Castro explica el funcionamiento de los calentadores
ionosféricos que utiliza el Programa HAARP comparándolos con un
gran horno microondas: "al disparar a zonas bajas producirías
un calentamiento de la baja atmósfera, sería un calentamiento local
y haría que el agua contenida en todos los seres vivos que
estuviesen expuestos, se calentara y les produjera la muerte. Un
calentamiento en la alta atmósfera es impredecible, porque estaría
provocando desde una alteración local del clima hasta alterar las
propiedades de 'filtro' que tiene la atmósfera. Con ello, los rayos
cósmicos que vienen del espacio dejarían de filtrarse en la
ionosfera, y harían llegar su radiación a la superficie de la
tierra". Para muchos científicos, las pruebas del HAARP serían
responsables del cambio climático de El Niño, los aerolitos o
incluso la ola de calor que hizo subir en Melilla la temperatura de
20 a 40 grados en cinco minutos. Aunque no hay pruebas, sí es
evidente que alterar el equilibrio de la atmósfera, actuando
directamente sobre ella, traerá consecuencias impredecibles.
La preocupación que está generando este programa militar está calando más allá de los ámbitos científico y medioambiental.
El
HAARP tiene la capacidad de "dañar la mente de poblaciones
enteras,
utilizando ondas de muy baja frecuencia", según la Duma rusa.
utilizando ondas de muy baja frecuencia", según la Duma rusa.
La
eurodiputada sueca Maj Britt Theorin ha liderado en la UE un sector
que consiguió que en 1998 la Comunidad estudiase el programa. El
resultado se publicó al año siguiente y afirmaba que "pese a
los convenios existentes, la investigación militar sigue basándose
en la manipulación medioambiental como arma". Se había pedido
reiterativamente que EEUU mandase a alguien a explicar el programa y
nunca acudió nadie. Tres años después, la Duma rusa señalaba que
resulta sorprendente que tras estas conclusiones la UE no volviera a
ahondar en el tema y que las informaciones no se filtraran a la
prensa. Paco Castro opina que esto "tiene que ver con el hecho
de que se buscan noticias espectaculares, y con que somos presos de
lo que es de actualidad. No quiero pensar que existe autocensura u
otra censura peor".
De ser ciertas todas estas informaciones nos espera un futuro negro, que ya auguraba la serie -para muchos fantasiosa- Expediente X: una única potencia que domina los sistemas de comunicación, el clima y las mentes humanas; capaz de generar una guerra para hacerse con recursos mineros ocultos y sin miramientos a la hora de engañar a los ciudadanos del mundo sobre sus verdaderas intenciones. ¿Hasta dónde pretende extender su dominio el ser humano? "Yo creo que no tiene límite, mientras haya personas sin escrúpulos dispuestas a avanzar en este sentido -sentencia Paco Castro-. Podemos pensar que el ser humano avanza, que cada vez progresamos más y que vivimos cada vez en un mundo mejor, pero la verdad es que es muy discutible. Esto es evidente si observamos el siglo XX que hemos vivido, donde ha habido dos bombas nucleares, la catástrofe de Chernobil, y un montón de avances que se han usado para destruir y matar. Está claro que el avance científico no garantiza, ni mucho menos, el progreso humano, y lo digo con dolor porque soy científico. Hace falta algo más para que este tipo de programas no existan o que los conocimientos se usen para el bien común, y ese algo más está fuera de la ciencia. Está en la sociedad, en la política, en los principios éticos de la gente".∆
De ser ciertas todas estas informaciones nos espera un futuro negro, que ya auguraba la serie -para muchos fantasiosa- Expediente X: una única potencia que domina los sistemas de comunicación, el clima y las mentes humanas; capaz de generar una guerra para hacerse con recursos mineros ocultos y sin miramientos a la hora de engañar a los ciudadanos del mundo sobre sus verdaderas intenciones. ¿Hasta dónde pretende extender su dominio el ser humano? "Yo creo que no tiene límite, mientras haya personas sin escrúpulos dispuestas a avanzar en este sentido -sentencia Paco Castro-. Podemos pensar que el ser humano avanza, que cada vez progresamos más y que vivimos cada vez en un mundo mejor, pero la verdad es que es muy discutible. Esto es evidente si observamos el siglo XX que hemos vivido, donde ha habido dos bombas nucleares, la catástrofe de Chernobil, y un montón de avances que se han usado para destruir y matar. Está claro que el avance científico no garantiza, ni mucho menos, el progreso humano, y lo digo con dolor porque soy científico. Hace falta algo más para que este tipo de programas no existan o que los conocimientos se usen para el bien común, y ese algo más está fuera de la ciencia. Está en la sociedad, en la política, en los principios éticos de la gente".∆
Tradução
para o Português por Daniel
PROGRAMA
HAARP
O
Parlamento Europeu, a Duma russa, e científicos, médicos e
defensores do meio ambiente de todo o mundo estão unidos na mesma
preocupação: o Programa HAARP. Este projeto estadunidense
oficialmente investiga a ionosfera, mas seus responsáveis diretos
são a US Navy e a US Air Force, o qual faz supor que os objetivos
são militares. Suas possíveis utilizações vão desde alterar o
clima a interromper todas as comunicações.
O
clima como arma de guerra
As
investigações relacionadas com este projeto existem desde os anos
60, mas agora quando retomado, reunido e dotado de fundos. Desde
Espanha o cientifico e porta-voz de Ecologistas em Ação para temas
nucleares, Paco Castro, afirma que “o Programa HAARP, junto com
outros programas de armamento, constituem um projeto coordenado que
aparece com a Administração Bush. Estão encaminhados a melhorar e
modernizar a indústria de armamento estadunidense e introduz
elementos desconhecidos até o momento, como o disparo de radiação
eletromagnética”. Desde EEUU, a Dra. Rosalie Bertell vai além ao
declarar que “a capacidade da combinação HAARP/Spacelab/foguete
espacial de produzir quantidades muito grandes de energia,
-comparável a uma bomba atômica-, em qualquer lugar da terra por
meio de raios de laser e partículas, é aterradora-, O projeto será
provavelmente “vendido” ao público como um escudo espacial
contra a entrada de armas ao território nacional ou, para os mais
ingênuos, como um sistema para reparar a camada de ozônio”. O que
se reflete claramente nos artículos publicados sobre o assunto é
que todos os projetos do Ministério de Defesa estadunidense estão
se juntando em um só.
O
clima aos seus pés?
Na
Alaska, rodeada de bosques e altivas montanhas nevadas, esta situada
a base de trabalho do Programa de investigação Aurora Ativa de Alta
Freqüência, ou Programa HAARP segundo suas siglas em inglês. Um
conjunto de antenas emissoras de ondas, e um transmissor de potencia
encarregassem de enviar ondas de alta e baixa freqüência à
ionosfera. Esta capa da atmosfera atua como um espelho devolvendo-as
a superfície terrestre convertidas nas ondas mais baixas do espectro
eletromagnético. Com este sistema podem-se emitir comunicações
além do horizonte sem necessidade de recorrer aos satélites,
melhorar as comunicações com submarinos -posto que as ondas de
baixa freqüência são facilmente transmissíveis na água-, fazer
prospecções petrolíferas ou de jazidas minerais, ou detectar
aviões ou mísseis que voem baixo. Tudo é correto e corresponde à
versão oficial americana, que afirma que não tem nada mais por
trás, mas as mentes cientificas e políticas apontam outros usos
para este programa. Sem ir muito longe, todas estas capacidades
utilizadas como arma de defesa poderiam aniquilar todas as
comunicações, inimigas ou próprias.
Ofensivamente
poderiam inclinar a balança na hora de invadir um pais, depois de
conhecer que tem poços petrolíferos ou minerais ainda sem explorar.
Mas sem duvida, a idéia mais alarmante dos científicos é que este
sistema pode alterar o clima, e se consegue ser feito de maneira
controlada, pode ser utilizado como arma. Deste jeito, podem produzir
tormentas, estiagens e furacões para arruinar um pais. Paco Castro
explica o funcionamento dos aquecedores ionosféricos que utiliza o
Programa HAARP comparando-os com um grande microondas: “ ao
disparar a zonas baixas produziria um aquecimento na baixa atmosfera,
seria um aquecimento local e faria que a água contida em todos os
seres vivos que estivessem expostos, esquentasse e provocara sua
morte. Um aquecimento na alta atmosfera é imprevisível, porque
provocaria desde uma alteração local do clima até alterar as
propriedades de “filtragem” que tem a atmosfera. Sendo assim os
raios cósmicos vindos do espaço deixariam de ser filtrados pela
ionosfera, e fariam chegar sua radiação até a superfície
terrestre”. Para muitos científicos, as provas do HAARP seriam
responsaveis pela mudança climática de El Niño, os aerólitos ou
inclusive da onda de calor que fez aumentar a temperatura de 20 até
40 graus em cinco minutos. Mesmo não tendo provas, fica evidente que
alterar o equilíbrio da atmosfera, atuando diretamente sobre ela,
trará conseqüências imprevisíveis.
Alterações
mentais
Se
resulta assustador e quase de ciência ficção imaginar que o
Governo Bush se prepara para dominar o clima ao seu gosto, mais
estremecedor é constatar um fato evidente: o efeito que tem uma
emissão de ondas de baixa freqüência no cérebro de todas as
espécies do planeta. Um documento da Cruz Vermelha Internacional
adverte dos efeitos negativos da energia radiada e indica as bandas
de freqüência com as quais seriam produzidas. Estas se correspondem
com as que podem ser emitidas pelo HAARP. Coincidentemente EEUU
afirma que um dos usos do Programa é localizar jazidas minerais
embaixo da terra e para isto a freqüência necessária é a mesma
que produz transtornos na mente humana, que vão desde a
desorientação, ao despertar de capacidades paranormais. Para
fazermos uma idéia da influencia das ondas na mente humana devemos
começar nos estudos que o professor Schurman fez nos anos 50, que
constatavam que tem um efeito de ressonância entre a terra, o ar e a
ionosfera, cujas ondas vibram na mesma freqüência que as ondas
cerebrais humanas e de todos os mamíferos. Estas chamadas ondas
Schurman são fundamentais para a vida e quando faltam produzem
graves problemas de saúde, como acontecia com os astronautas antes
que fossem instalados geradores artificiais destas ondas nas naves. A
falta destas ondas produz dores de cabeça, neuralgias, devaneios, e
desajustes dos ritmos cardíacos... A alteração das mesmas produz
efeitos mais graves. Nos animais um dos efeitos imediatos seria a
alteração das rotas de migração de aves e peixes, ao influenciar
sobre os campos de energia nos quais eles guiam-se.
A
preocupação que esta gerando este programa militar esta tocando
alem dos âmbitos científicos e meio ambientalistas.
O
HAARP tem a capacidade de “provocar danos de populações inteiras,
utilizando ondas de muito baixa freqüência”, segundo a DUMA
russa.
A
Euro deputada sueca Maj Britt Theorin tem liderado na EU um setor que
conseguiu que em 1998 a Comunidade estudasse o programa. O resultado
foi publicado no ano seguinte e afirmava que “a pesar dos convênios
existentes, a investigação militar continua baseando-se na
manipulação meio ambiental como arma”. Solicitou-se aos EEUU
enviar alguém para explicar o programa e nunca foi ninguém. Três
anos depois, a DUMA russa assinalava que resulta surpreendente que
trás estas conclusões a EU no voltasse a afundar no assunto e que
as informações não saíssem na imprensa. Paco Castro opina que
isto “tem a ver com o fato de que se procuram noticias
espetaculares, e como estamos presos ao que é atualidade. Não quero
pensar que existe autocensura ou outra censura pior”.
De
ser confirmadas todas estas informações, nos espera um futuro
negro, que já era augurado pela serie –Para muitos fantasiosa-
Arquivos X: uma única potencia que domina os sistemas de
comunicação, o clima e as mentes humanas, capaz de gerar uma guerra
para conseguir recursos minerais ocultos e sem escrúpulos na hora de
enganar aos cidadãos do mundo sobra suas verdadeiras intenções.
Até onde pretende estender seu domínio o ser humano? “Eu acredito
que não tem limite, enquanto existam pessoas sem escrúpulos
dispostas a avançar neste sentido – sentencia Paco Castro-.
Podemos
pensar que o ser humano avança, que cada vez progredimos mais e que
vivemos num mundo melhor, mas a verdade é que isto é muito
discutível. Isto fica evidente se observamos o século XX que
vivemos, onde teve bombas nucleares, a catástrofe de Chernobyl, e um
monte de avanços que foram usados para destruir e matar. Fica claro
que o avanço cientifico não garante, nem muito menos, o progresso
humano, e falo com dor porque sou cientifico. Faz falta alguma coisa
para que estes tipos de programas não existam ou que os
conhecimentos sejam usados para o bem comum, y este algo mais está
fora da ciência. Está na sociedade, na política, e nos princípios
éticos da gente”.
Fonte:
www.lagoaviva.org
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